domingo, 21 de febrero de 2010

Contra la psiquiatría moderna


Fernando Trujillo

Este artículo está dedicado a todos esos chicos y chicas que han sido víctimas de las terribles prácticas de la psiquiatría. Encerrados en psiquiátricos, electrocutados o drogados. Chicos si la sociedad les ha dado la espalda entonces únanse y arrasen con ella.


No hay ciencia más inhumana, vil y falsa que la psiquiatría una práctica médica represiva que destruye y degrada al ser humano. No es nada raro que esta sea una práctica alabada y promovida por el Sistema democrático-liberal para sus fines, catalogar y destruir cualquier rasgo de pensamiento diferente con peyorativos como “esquizofrenia” o “paranoia”. Vivimos en un Estado Terapéutico en donde el pensamiento libre y la disidencia han sido catalogados como síntomas de locura, donde la cordura radica en ser parte de la mayoría, vivir para consumir y ser una buena oveja.

Vivimos en una era de ironías, mientras nuestros gobiernos defienden a capa y espada los Derechos Humanos, estos son violados en los psiquiátricos con prácticas inhumanas como el internamiento contra la voluntad de un paciente o la terrible terapia de electroshocks. Mientras los gobiernos luchan contra las drogas, los onerosos psiquiatras obligan a sus pacientes a tomar estas drogas, queremos alejar a nuestros niños de las drogas pero los dejamos con un psiquiatra para que este envenene sus cerebros y sus cuerpos con esas nefastas sustancias, como ven un narcotráfico políticamente correcto.

A este último punto es bien conocida la relación que tienen la psiquiatría y la industria farmacéutica la cual tiene una enorme influencia sobre la investigación y el diagnostico de un paciente. Muchos psiquiatras manipulan los diagnósticos de sus pacientes para recetarles esas medicinas favoreciendo así a sus amigos de la industria farmacéutica. Como ven la psiquiátrica y las corporaciones medicas son un matrimonio que se beneficia mutuamente con la ingenuidad y dolor de un paciente.

Para el psiquiatra el paciente no es más que un objeto con el que se puede experimentar, un objeto sin voluntad y sin sentimientos con el que pueden hacer lo que quieran desde drogarlo, electrocutarlo y practicarle una lobotomía.

En la Unión Soviética la psiquiatría fue un arma política usada para diagnosticar como esquizofrénicos a los disidentes políticos, muchos de ellos fueron encerrados en psiquiátricos, forzados a una lobotomía y drogados para callar su voz.

Esto me recuerda a la novela 1984 de George Orwell en donde se ve como por medio de una tortura terapéutica se obliga a Winston Smith a amar al Gran Hermano (el Sistema), rehabilitado de su rebeldía Winston es reintegrado a la sociedad.

En el imperio de la “Razón” cualquier síntoma de rebeldía es reprimido, destruido, se uso antes y se usa ahora. La verdad es que vivimos en un mundo de locos, la única diferencia es que algunos tienen una bata medica y otros una camisa de fuerza.

El etiquetamiento de una persona como enfermo mental es una de las tácticas más repugnantes de la psiquiatría, destruye su autoestima, destruye su propia imagen y crea una imagen falsa de el mismo. Los niños son las victimas más trágicas de esta “ciencia médica”, un niño catalogado con enfermo sufrirá el doble de daño que un adulto en su autoestima, en palabras del doctor Thomas Szasz un destacado defensor de la anti psiquiatría "Etiquetar a un niño de enfermo mental es estigmatización, no un diagnóstico. Darle a un niño una droga psiquiátrica es envenenamiento, no un tratamiento". Irónico que suceda esto en una sociedad que dice defender los derechos de los niños.

Estos niños y adolescentes sufren de esta estigmatización en la escuela o incluso en sus mismas familias. La sociedad que tanto presume de ser caritativa y solidaria no es más que una máscara, en realidad esta cochina sociedad goza de discriminar y marginar a aquellos catalogados de enfermos mentales.

Luego se espantan de las balaceras en las escuelas, de los suicidios de adolescentes, de las fugas de casa o del resentimiento tan violento contra la familia y la sociedad en general.
A todos esos chicos que son obligados a tomar medicinas yo les daré unos consejos para sabotear la terapia medica, finjan que tomen los medicamentos pero ocúltenlos y arrójenlos en el inodoro o en una alcantarilla cuando salgan de casa. Si tus papas te obligan a tomarlos delante de ellos ve rápido al baño e indúcete el vomito para sacar el veneno de tu cuerpo. Finge delante de tu psiquiatra que todo está bien, si puedes halágalo para elevar su ego—los psiquiatras tienen uno muy grande—finge y hazle ver los normal que eres para que te quite el tratamiento o no te recete mas medicinas.

Regálale las recetas medicas a los yonkis de tu escuela ellos aman tomar esas cosas luego le dices a tu madre que se te perdió la receta, ella se enojara y te gritara pero todo estará bien, también puedes vender tus medicinas pero eso es contra la ley ten cuidado si decides tomar esto último.
Por último no dejes que un cerdo como lo es el psiquiatra destruya tu autoestima, se fuerte ante sus criticas, se orgulloso de ti mismo y no te dejes caer.

Un psiquiatra me recuerda al doctor Benway el diabólico doctor creado por William S. Burroguhs y que aparece en muchos de sus trabajos incluyendo su célebre novela Almuerzo Desnudo.
Petulantes tipos con batas blancas y un titulo en medicina que se creen dueños de tu voluntad, que se sienten con derecho a discriminar y menospreciar a un ser humano.

Fueron los mismos psiquiatras quienes catalogaron a Artaud, Pound y a otros genios de enfermos mentales por que estaban resentidos de su genio que prefirieron estigmatizarlos como locos.
Llegara un día en el que tener sentimientos, reír, llorar o tener ideales será considerado una forma de psicosis, porque lo que este Sistema quiere es un mundo de maquinas que lo único que hagan sea reproducirse, consumir y obedecer ciegamente lo que digan los periódicos y los políticos de turno.

Ese día el Estado Terapéutico se habrá impuesto a cualquier forma de rebelión y de crítica, las drogas que causan la felicidad serán tomadas de forma obligatoria por todos los ciudadanos suprimiendo cualquier forma de descontento, habrá lobotomías para todos los disidentes para convertirlos en buenos borregos sin voluntad y sin pensamiento. En el nombre de la Cordura y la Razón toda forma de pensamiento será destruida.

Mañana tu joven disidente será considerado un loco peligroso por la sociedad, te pondrán una camisa de fuerza y te llevaran a la sala de electroshockes donde miraras la sádica y odiosa sonrisa de un psiquiatra. La sonrisa burlona de la sociedad racional.

Febrero 2010

martes, 9 de febrero de 2010